Antes de extintas, permite a las abejas
que de tu florecido cuerpo
el meloso polen hasta mis labios traigan,
antes de llegado el fin,
deja que el corazón tuyo amor desborde
sobre el despojado cuerpo mío,
amor que en líquido estado me empape.
Sé conmigo.
Que mi alma íntegra te espera, ven,
compañera, que el corazón nos haga
no debemos permitir, verás pues,
como sabe la razón a oscuras
y por completo al silencio sumergida.
Sé conmigo.
Serendipia fuiste. No nos buscamos,
pero de igual forma nos hallamos,
y ahora ya hallados, amándonos
nos hemos encontrado, no a sol
y a sombra, solo a sombra, pero
hallados de todos modos.
Sé conmigo.
Los oídos, el cuello, la boca;
el alma, la bondad y la justicia
bésame, y sé conmigo, donde bien
sabemos empieza el fin.